El mismo PSOE con distinto collar

La renovación ha llegado al PSOE. Ha llegado, y calentita. Nada importa que haya algunas viejas glorias, de las que llevan años en política  y tienen el culo tan pegado al asiento como un chicle al suelo, ellos dicen que está, y está. Aunque no se vea, ni se sienta, ni se note, sabemos que está. Quizás el PSOE haya dejado de ser un partido político a ser una especie de religión estrambótica, porque creerse a Pedro Sánchez comienza a ser más un esfuerzo de fe que de criterio.

Lo cierto es que él tiene buena voluntad, él cree en la recuperación, cree en Tomás Gómez, cree en las primarias, y cree en los pactos de Estado, lo cual es de un talante y una claridad milimétrica. Quizás lo que no cuente “El país” es que, anteriormente, Sánchez había negado que hubiera recuperación hasta que la gente no viviera bien, su portavoz negaba simultáneamente la continuidad de los pactos con el PP que él afirmaba, y fulminó a dedazo a un candidato elegido en unas primarias (cerradas, claro), para poner a otro más afín a su gusto. Sí, señor. Y es que daría igual que Podemos mañana se declarara ETA, seguiría con la misma intención de voto mientras este señor sea secretario general de cualquier fuerza política del hemisferio norte.

Traficantes de salud

Nunca nos han regalado nada, siempre hemos tenido que luchar. A nadie se le ocurrió de repente la brillante idea de establecer unos servicios públicos básicos para la gente más humilde. Me parece lo mínimo que en este mundo podamos estar sanos, comer y tener algo de formación. Desde el siglo XIX hemos luchado, hemos luchado con todas nuestras fuerzas para acabar con aquellas fábricas en las que los trabajadores se cortaban brazos y convivían con los virulentos mordiscos de ratas tremebundas. Hemos luchado para que no todo sea por dinero, para que no se fabrique o se ofrezca únicamente lo rentable, para que el sistema que sólo se basa en beneficio económico reconociera que, como seres humanos, tenemos derecho a tener una vida digna mientras otros viven entre oro por su avaricia.

Podemos decirlo orgullosos: España es un país donde se deja morir a gente por dinero. Los enfermos de Hepatitis C han tributado para poder tener una sanidad decente, salud que, al fin y al cabo, es lo mínimo que podemos pedir. Precisamente por eso un gobierno puede “apropiarse” de la patente en caso de urgente necesidad, y esta lo es. Lo es, porque han usurpado nuestros derechos, porque nos han insultado, porque nos han escupido a la cara y nos han dicho: tú paga impuestos para tener una sanidad pública, que si no es rentable no te vamos a tratar. Precisamente por eso surgió la sanidad pública, para que no todo dependiera del avaricioso capricho de una empresa, para que no se especulara con la salud como si fuera un edificio en Benidorm, porque no lo es. Eso es lo que estamos viviendo, el Gobierno que desmantela la sanidad pública y privatiza servicios que son de todos, tampoco hace nada ante esta situación. Es lógico, si la sanidad fuese privada, como ellos quieren, todo dependería de si es rentable para la empresa tratar a alguien, como si fuéramos monstruos insensibles o máquinas “gana-billetes”. Es normal que se especule con la vida de seres humanos, al fin y al cabo, es lo que ellos quieren: que hasta la vida humana sea un instrumento para ganar dinero.

¿Qué ha pasado con IU?

El concepto de ser humano lleva implícito cometer errores, muchos errores. Sin embargo, todos nos hemos encontrado en alguna situación en la que tantos errores no parecen naturales, aquellos momentos en los que algo parece provocado, o destinado a la catástrofe. Las políticas adoptadas por el PP y el PSOE asemejaban un festín para Izquierda Unida, pero con el surgimiento de Podemos parece que la formación ha dado con la horma de su zapato. Y es que IU no se ha sabido adaptar a una situación más que favorable, en la que el viento venía de popa y parecía un momento álgido y feliz, al contrario, en lugar de comenzar a movilizar a la ciudadanía y renovarse para adaptar la formación a una nueva situación política, decidieron continuar con las mismas formas y contenidos a las que nos tenían acostumbrados. No obstante, ese no ha sido el único problema de la formación ¿Qué ha pasado con IU?

En primer lugar, el mayor error de la formación ha sido mantener a Cayo Lara, y diría más, el mayor error de la formación ha sido que Cayo Lara no se haya enterado de nada. En un momento de cambio no puede ser el mismo el que lleve el timón, y marcarse un “Rubalcaba” es la peor opción que puedes tomar en este contexto. Nadie pone en duda la capacidad de Lara para ejercer la que es su profesión (ya que se puede afirmar con rotundidad que lo es), pero sí sus dotes como comunicador, que como reflejan las encuestas son reducidas. Además, cuando Lara ha sido capaz de darse cuenta de que noera precisamente la personificación del cambio, tampoco ha querido dejar el sitio libre, y ha seguido como coordinador federal.

Mi carta a los cuatro Reyes «majos»

Queridos Reyes, soy su súbdito Álvaro Mariscal, y por primera vez en mi vida no voy a realizar una autoevaluación intentando demostrar que este año he sido bueno, por primera y última vez, este año van a ser ustedes los evaluados, porque ya está bien de hacer de jueces cuando la justicia está prácticamente aporreando su puerta.

En primer lugar, me gustaría saber a quiénes me tengo que dirigir como Reyes de España, al padre y su respectiva mujer, al hijo y la suya, o al espíritu Santo, ya que la divina providencia ha sido quién les ha puesto en la Jefatura del Estado, y por lo tanto, quizás tenga que referirme al Señor de los cielos como jefe supremo de la corona española, no lo sé, disculpe mi ignorancia. También me gustaría comunicarle que donde caben dos a veces no caben tres, y que ya están empezando a ser multitud. “Éramos moitos e pariu a avoa”,  dicen mis vecinos de la aldea de Cobas. Ya teníamos dos individuos que adquirieron la Jefatura del Estado por salir de una vagina y no de otra, y ahora tenemos cuatro. Desde luego, su sinvergonzonería no tiene límites, usted abdica, pero sigue siendo Rey. No tengo claro que Manolo, Paco o María Luisa, si dimiten  de su puesto de trabajo, sigan teniendo las mismas prerrogativas, pero allá usted con su conciencia…

Un año más para nosotros, un año menos para ellos

A veces uno piensa en los entresijos de la vida como algo inexpugnable, como algo casi mítico, desconocido e impredecible. Siguiendo este principio, todos los propósitos que nos hacemos para la llegada del nuevo año son improbables o, como poco, absurdos. Lo cierto es que son metas que podemos proponernos o alcanzar en cualquier etapa del año, en cualquier instante y en cualquier lugar, sin embargo, preferimos inmiscuirnos en la ilógica navideña y creer que en la divinidad de las fechas que cambian el año de número estará la llave que encierre al genio de la lámpara. Y es que la ilusión es lo que, en última instancia, mueve al ser humano. La esperanza es lo último que se pierde, reza un refrán popular, y esta frase no puede dar más en el clavo, nos limitamos a echar mano de un principio místico para arreglar algo que aún no hemos podido arreglar, para fijar un objetivo inalcanzable en el año anterior pero que por una extraña razón nos vemos más capacitados para llevar a cabo únicamente por la fecha en la que promulgamos el deseo. Y todo esto en una etapa en la que debería dominar la razón. Pero no, la razón no domina, la razón es esquiva para la sociedad, como la convivencia para Estados Unidos o las injusticias para el Ejecutivo español.

¿Fue la Revolución Bolivariana una revolución pacífica?, ¿tuvo Chávez apoyo popular?

Es un hecho que el triunfo de la Revolución Bolivariana  supuso un gran cambio tanto en la sociedad como en la política venezolana. Este proceso, nacido en 1988, que proponía un cambio estructural en Venezuela, consiguió la victoria electoral en 1999, lo que provocó la ejecución de una transformación enfocada al socialismo y al igualitarismo. Los principios de esta Revolución son de sobra conocimos: en primer lugar el espíritu de Simón Bolívar, en segundo lugar la actualización de la economía y filosofía marxistas llevadas a cabo por Heinz Dieterich, y en tercer lugar los principios derivados de la misma: economía de equivalencias, el desarrollo democrático regional, la participación ciudadana activa y la organización de base. No obstante, el gobierno de Chávez no está exento de polémica, así, algunas de la denominaciones más frecuentes hacia el régimen del mandatario hacen referencia a la represión, el autoritarismo y la presencia de una sesgada libertad de expresión. Por tanto, una de las preguntas fundamentales que debemos plantearnos para poder comprender el carácter de la Revolución Bolivariana es ¿es realmente una Revolución pacífica?, ¿utilizó la violencia como medio para llegar al poder?, ¿posee realmente legitimidad popular?

Se pretende en este ensayo exponer el proceso que llevó al poder a Hugo Chávez en referencia a las claves que definen el triunfo de un proceso de cambio estructural como no violento (algunas de ellas utilizadas por Gene Sharp): que el régimen anterior sea autocrático, negación del uso de la violencia, unidad popular, romper los pilares que sostienen al régimen anterior, utilizar la fuerza del adversario en su contra (Ju-Jitsu político) y uso de símbolos como reivindicación. Además, se expondrán las partes claves del proceso con objeto de completar la información para solucionar la cuestión pertinente, y poder apreciar, por tanto, el desarrollo del triunfo bolivariano y la afirmación o negación de su carácter impositivo y/o violento. La importancia de esta cuestión reside en el hecho de que una toma del poder pacífica precisa de apoyo popular y, por tanto, de legitimidad, en cambio una toma de poder impositiva sí se asociaría a un modelo autoritario, negando la hipótesis que planteamos. Trataremos este tema, desde los antecedentes que provocaron la Revolución Bolivariana, hasta la consolidación del Gobierno chavista tras el Golpe de Estado de 2002.

Stalin y la hipocresía del comunismo no marxista

 Es un hecho que el gobierno de Iósif Stalin en la URSS es objeto de numerosas controversias. La teoría y las medidas elaboradas por el líder soviético derivaron en un gran crecimiento económico para la nación rusa. Sin embargo, al contrario que ocurre con el leninismo, muchos de los principios que aplicó y promulgó Stalin son criticados, dadas las dudas acerca de su carácter marxista, existiendo posibles contradicciones entre ambas ideologías. ¿Puede considerarse a Stalin socialista si no siguió los principios dictados por el marxismo?, ¿los siguió realmente, o existe alguna contradicción?, ¿tiene el estalinismo base ideológica? En este ensayo se demostrará que Stalin no sólo no siguió el marxismo en algunas ocasiones, sino que el estalinismo llegó incluso a contradecirse con la teoría de Karl Marx.

«Teo y las dimisiones»: Ana Mato

¡Por fin! Como cualquier misterio se ha hecho esperar pero ha llegado la gran nueva. Por fin comienza a tener sentido la definición de la RAE (‘Renunciar a algo, especialmente a un cargo’) y los términos honestidad,   consecuencia y orgullo. El destino no había escrito esta página del libro de la historia, una página tan inesperada que ha pillado por sorpresa hasta al adivino más pintado. Y es que la máxima responsable del Ministerio de Sanidad ha tomado la difícil decisión de dimitir, y este término ha vuelto a cobrar sentido en Génova. Que la opinión pública ya supiera de la existencia del Jaguar, las comuniones, fiestas y regalos pagados por la trama “Gürtel” o que su más que  mejorable gestión estuviera a punto de extender una enfermedad prácticamente mortal por todo el país no han sido suficientes para la ministra Mato, ha tenido que ser una sentencia judicial la que la separara de su querido ministerio y por tanto del poder. Por lo que se ve, la que vota, pasa hambre, frío, penas y deja de tener una sanidad y una educación de calidad es la justicia, no los ciudadanos, que es la que decide quién puede gestionar el Gobierno.

La raíz de la indecencia: manipulación en televisión

Lo cierto es que, en los tiempos que corren, donde los libros, manuscritos y ensayos han pasado de moda, la única fuente de información de la que muchos votantes se nutren es la televisión. Precisamente en este medio, es en el que últimamente se han denunciado más manipulaciones. Y es que la información objetiva no está de moda, la audiencia se reparte entre cadenas de izquierdas (La sexta, Cuatro…) y las cadenas de derechas (Telecinco, Antena 3…). No está de moda ser crítico y querer formar mejor a la ciudadanía, sino escuchar lo que uno quiere oír y poder dormir tranquilo sabiendo que posee el copyright de la razón. La consecuencia no puede ser más dañina para el sistema: la gente acude desinformada a votar, guiada por clichés e informaciones subjetivas que nada tienen que ver con la veracidad y la honestidad que implica la responsabilidad de formar personas coherentes. Está de moda hacerlo fácil, hacerle la pelota a los que debes hacérsela y criticar a aquellos que no están contigo, práctica que no tiene porque ser insana, pero cuando criticas a toda costa, sin argumentación, manipulando, haciendo juicios de valor, la audiencia, muy a mi pesar, termina por votar con el corazón, en lugar de votar con la cabeza.

Injusticia y pobreza: El germen de la desigualdad (por Álvaro Mariscal y Alejandro Mira)

Es un hecho que, actualmente, la desigualdad es uno de los temas estrella en los debates y tertulias políticas. Este fenómeno social y económico se ha convertido, ni más ni menos, en la piedra que mandatarios políticos utilizan para arrojarse recíprocamente a la cabeza. Sin embargo, a pesar de su existencia, lo interesante es ser conscientes del origen del fenómeno, de donde proviene y si es intrínseco al sistema. En relación con este tema, se criticarán algunas leyes económicas que justifican este fenómeno social.